Don Manolo |
Domingo 08 de Abril de 2012 16:03 |
Llega Manolo de trabajar en su flamante coche y su mujer le dice: - ¡Manolo te has vuelto a olvidar otra vez! - ¿De que, Pepi? - ¡Hoy cumplimos cinco años de casados! - Pe... pe... pero, ¿cómo me voy a olvidar de eso? - Quiero que me lleves a cenar, a ver un buen espectáculo y a bailar. - ¡Justamente era eso lo que habÃa pensado! - Está bien, quiero que me lleves al Hot Poney - ¿Quéeeeee? ¿Estás loca? ¡Eso es un antro! - ¡Manolo! ¡Quiero que me lleves al Hot Poney porque quiero conocerlo! Y fueron... Apenas llegaron, el aparcacoches dijo: - Buenas, ¿Cómo le va caballero? ¡Me alegro de verlo otra vez! La mujer saltó sorprendida: - ¿Qué dice éste? Ha dicho que se alegraba de verte otra vez. ¿Has estado tu aquÃ? - ¿Yo? ¿Pero estás loca? ¿En ese antro? Los aparca- coches le dicen a todos lo mismo. Estos lugares son asÃ. Llegaron ante el portero: - Sr. Murillo... ¡Qué alegrÃa! - Te ha dicho Sr. Murillo ¡Este te conoce! - ¿Eh?.... Cómo no me va a conocer, si trabaja en el edificio donde tengo la consulta. Es el electricista del edificio. Ya dentro, los recibió Pablo, el gerente: - ¿Cómo está Doctor Murillo? ¿La mejor mesa, como siempre, verdad? - ¿Este también es electricista en el edificio de tu consulta Manolo? - ¡Te voy a matar! - No Eh No, este señor me conoce porque es el que me vendió el deportivo que te regalé el año pasado... - Manolo, me estás... En ese momento apareció la vendedora de cigarrillos: - ¡Mi Reeeeeeeey! ¿Te doy tu Cohiba? La cigarrera se puso el habano entre los pechos: - ¡Mete la manita mi amor, y saca tu habanito! - Pepi estaba a punto de matar a su marido cuando se apagaron las luces. Por fin se sentaron y empezó el espectáculo. Apareció una mujer espectacular que empezó a hacer un striptease. Cuando se quedó sólo con el tanga se acercó a la mesa de Manolo y, muy sensualmente, preguntó a toda la concurrencia: - Y ahora... ¿Quiéeeeeen me va a quitar el tanguitaaaaaaa? Todos los presentes cantaron a coro: ¡Se vé, se siente, Manolo con los dientes! ¡Se vé, se siente, Manolo con los dientes! Pepi no aguantó más. Salió corriendo y se metió en un taxi. Manolo la siguió y también entró en el vehÃculo. La mujer empezó a pegarle y a tratar de tirarlo por la puerta. - ¡Eres el hijo de puta más grande que he visto! Pepi se quitó un zapato e histérica, comenzó a pegarle en la cabeza y gritarle los tacos más gordos que sabÃa. El taxista se dio la vuelta y dijo: - Mire que hemos llevado putas locas, Don Manolo... ¡Pero como esta! ¡¡¡Ninguna!!! |